Estoy bien, aún no lo puedo creer, no puedo creer que se acabo, respiro hondo y sonrió cada vez que alguien me dice algo. Estoy feliz, estoy tranquila.
Las cosas no se han acabado por completo.
Estoy segura que para media noche tendré un mensaje tuyo diciéndome que me extrañas y que tampoco crees que esto ha terminado.
Porque no lo ha hecho.
Mi mama me pregunta si estoy bien, ¿Estoy bien no? Claro que lo estoy. Puedo sobrevivir unos días sin ti. Ya ha pasado algunas veces anteriormente, y lo logre, con mucho éxito, así que esta no será la excepción.
Estoy bien.
No pasa nada.
Día 2.
Hoy desperté, buscando entre las sábanas mi celular, esperando un mensaje tuyo de buenos días, como acostumbrábamos. Sólo encontré la pantalla vacía, con mensajes ajenos sin importancia, ninguno con tu nombre.
Respire profundamente, cierto, lo nuestro se acabo.
Aún estoy en etapa de negación, hemos peleado muchas veces que siento que esto sólo es una discusión más, todo volverá a la normalidad después que uno de nosotros explote y volvamos a decirnos cuanto nos necesitamos.
Pero tu no has explotado.
Ni yo tampoco.
Le conté a mi hermana que habíamos roto, lo triste es que, ella tiene más esperanzas en que volvamos a estar juntos que yo, considerando que mi hermana jamás simpatizo muy bien contigo. Alega que esto es tan típico de nosotros, pelearnos, odiarnos un rato, para tres días después volver a la normalidad, como si nada de lo que nos dijimos hubiera salido de nuestras bocas.
Por primera vez, espero que ella tenga razón.
Espero que esto sólo sea una discusión más.
Nunca fui buena para las despedidas, y aún no estaba lista para despedirme.
Día 3.
Me siento feliz, me siento libre, siento como si una parte de mi sin descubrir estuviera pidiendo salir a gritos. Mi madre me habla sobre la universidad y por primera vez, estoy emocionada por irme, ansió dejar atrás todos los malos pensamientos, cuento con los dedos el tiempo que falta para poder comenzar una nueva vida. Se que extrañare todo lo que he dejado aquí, pero tarde o temprano, las cosas iban a ser diferentes, por primera vez, me siento lista para ese cambio.
Hoy decidí que no seré como las demás mujeres, que no llorare, ni cambiare mi actitud por un hombre, incluso vi algunas películas que me motivaron a ver el lado bueno de la situación.
Estoy feliz, decidida a cambiar un aspecto en mi vida, abrí mis cortinas (Algo muy raro en mi habitación, ya que vivo en la penumbra total), encendí un incienso de vainilla, y puse a Semisonic a todo volumen, mientras arreglaba mi cama. Encontré un nuevo pasatiempo, hacer brownies, no dejo de hacerlos, a lo que mi madre me dio la grandiosa y conveniente (para ella) idea de venderlos.
¡Gracias mama, por ayudarme con mi nuevo yo!
Me siento renovada, se que todo va a estar bien.
No he dejado de escuchar Closing Time de Semisonic, por la particular línea que aparece al final: "Todo nuevo comienzo viene del final de un nuevo comienzo de alguien más"
No lo pude hacer dicho mejor.
Día 4.
Respiró hondo, y continuo.
Es prácticamente lo que he hecho las últimas dos horas.
Invite a una amiga a salir, a charlar sobre los últimos eventos en nuestras vidas, pero ella esta ocupada, ella va a salir con su novio.
Le dije que no se preocupara, que de todas maneras yo tampoco hubiera podido, (La peor mentira del mundo, doy lástima) mi amiga aseguro que nos veríamos al día siguiente, pero que por hoy, acompañaría a su chico ya que el trabaja y ella casi no lo ve.
Excelente.
Hoy me acabe todas las varitas de incienso que tenía en mi habitación, (Utilice 34 malditos tubos de incienso, incluyendo el olor que odiaba pero había aceptado por amabilidad, durazno) ya no se que más utilizar, por un segundo pensé en rociar aromatizante para baño, la incoherencia de mi idea habla por si sola.
Se esta acabando mi "nuevo yo". Que poco me duro el gusto. Estoy desesperada.
Cada que pasa una canción triste en mi aleatorio, le cambio. Sin pensarlo, sin siquiera saber quién canta la canción.
Me invitaron mis amigas a salir, ellas ya saben de mi reciente ruptura, sin embargo tratan de no tocar el tema, sólo para preguntarme lo esencial. Respondo con facilidad, como si fuera un tema de café, no me da miedo hablar de ti.
Ellas dicen que fue lo mejor, que nuestra relación estaba estancada, que tarde o temprano las cosas iban a terminar así.
Guarde silencio.
Porque sabía que si me adentraba en el tema, mi máscara de "nueva yo" se iba a caer en pedacitos.
Todo es tu culpa, me dejaste, me rompiste el corazón.
Día 5.
Todo el día con mis amigas.
Ellas están haciendo esto muy fácil, no me preguntan por ti, reímos, y disfrutamos nuestros últimos días juntas. Se siente muy bien no extrañarte, se siente magnífico.
Si soy honesta, todavía reviso mi celular para ver si ocurre el milagro de encontrar un mensaje tuyo. Pero no sucede. Aun tengo esperanzas, dentro de mi corazón.
Mis amigas no notan nada diferente en mi, dicen que incluso parezco más alegre y que lo estoy llevando muy bien. Tal vez si lo siguen repitiendo, me la crea. Ellas piensan que el tiempo cura todo, y creo que tienen razón.
Por la noche, encendí la televisión, para encontrarme con la no tan grata sorpresa de una película que habíamos visto juntos hace un tiempo, me paralice. Estuve 4 mugrosos minutos enteros pasmada frente a la televisión, no estaba preparada para el golpe de recuerdos que me trajo una simple película. Sacudí la cabeza, y le cambie de canal. Lo hice bien, estoy olvidándome de ti.
Escribir me hace distraerme, así que en cuanto pude, lo hice, me desahogue, en un largo artículo que publique después. Este hablaba de ti, así como la mayoría de las cosas últimamente. Me recordaba cada 5 minutos en mantener mis pensamientos positivos, mi hermana me preguntaba cada media hora si me encontraba bien.
Al parecer daba una imagen de que no lo estaba, sin embargo yo me sentía extremadamente bien. Las cosas iban de maravilla.
Esto es pan comido.
Para mañana, serás sólo una memoria.
O eso espero. (No, realmente no lo espero.)
Día 6.
Ahora se porque mi hermana me pregunta con frecuencia si me encuentro bien.
Porque parezco muerta.
Estoy muerta.
Fui una idiota al pensar que un año entero de recuerdos se iba desvanecer con unos cuantos días. Me duele el corazón, y me da flojera abrir los ojos.
El pecho me arde, al igual que los dedos. Siento como si una llanta de un tractor pasara por mi cuerpo haciéndome expulsar cualquier signo de vida por la boca. Me siento terrible, pero no se lo digo a nadie. Ellos no tienen la culpa de la decisión que yo misma tome.
Todo esto es mi culpa. Yo te deje. Te rompí el corazón.
Alzo los brazos en busca de los tuyos, pero sólo encuentro la soledad abrasante y la tristeza danzando frente a mis ojos. Ni siquiera puedo llorar, estoy tan vacía por dentro que ni una lágrima se atreve a refrescar mis mejillas.
A dónde sea que mire, veo algo que me lleva de vuelta a pensar en ti. Es Sábado, pero siento que me quiero morir. Mi ‘yo interno’ baja la bandera, ha perdido la batalla. Todos mis intentos de olvidarte han quedado en el pasado, ahora me atormento escuchando melodías que me recuerden a nosotros, y el tren del pensamiento viaja de nuevo a ti, sin siquiera forzarlo.
Una amiga me comento, que disfrutará el dolor, que lo sintiera, que le diera bienvenida hacia mi alma. La idea no me gusta en lo absoluto, no quiero disfrutar la soledad y mucho menos regocijarme con el hecho que ya no estas.
Hoy fui a bailar con mis amigas, me puse la mascara de felicidad que se deteriora con el paso de los días, y me preguntaron por ti. Tus propios amigos me preguntaron por ti.
¿Es que acaso tu no estas tan triste como yo que no le has dicho a nadie?
Me pongo a pensar, que es lo que pasara por tu mente, ¿Estarás en un vacío interminable de emociones frenéticas y cambiantes o por el contrario, pasarás tus días como si nada hubiera pasado, como yo en un principio? De pronto quiero saberlo todo, estoy a nada de hablarte, y preguntarte si la luna brilla tanto de tu habitación que de la mía, preguntarte sobre la oruga que pasa por mi balcón. Cualquier tema que nos lleve a una conversación.
Pero no lo hago. Me voy a mi casa.
Debo confesar, que ese día, llore por 3 horas seguidas, hasta quedarme dormida.
Para mi sorpresa, también estabas ahí, en mis sueños.
Día 7.
Stephen King se inspiró de una compañera de gimnasia para escribir Carrie, el libro que lo llevo a la fama, Óscar Wilde se inspiró en un hombre que trabajaba en una florería cerca de su casa para escribir The Picture of Dorian Grey.
Y yo me inspire en ti.
Todo el mundo me felicita por mi nuevo artículo, mi familia, mis amigas, mis amigos, conocidos de otras ciudades, he visto comentarios muy positivos, al igual que varias personas han compartido el escrito.
No se como sentirme al respecto.
Cuando estábamos juntos, solía siempre bromear del hecho que escribirá sobre ti, en ese momento, me pareció muy lejana la ocasión. Y mirame ahora, dedicándote rimas con tristes versos.
Estoy ansiosa por saber si ya lo leíste o no, si sentiste lo mismo que yo al escribirlo. Si las cosas son para ti, lo que también son para mi.
Pero no lo hiciste.
En vez de hacerlo, me eliminaste de toda red social. Incluso las innecesarias, incluso las que nadie usa ya, me dejaste de seguir. Ahora ya no me siento triste, me siento desilusionada, y enojada a la vez.
Estoy enojada por que tu me estas sacando de tu vida más rápido que yo.
¿Tan poco he significado para tí que ya no quieres saber nada de mi?
Se que suena tonto, e inmaduro, pero a la vez tu lo estas siendo también, decidiste deshacerte de mi de la manera más sencilla, te saltaste el dolor, la angustia, la melancolía, y ahora estas bailando sobre un campo de flores, aliviado porque jamás tendrás que saber de mi.
Me siento profundamente triste. Hoy no probé ni un bocado de mi plato a la hora del almuerzo. He estado escuchando las canciones más deprimentes que alguna vez pudieron existir. Ni siquiera mi banda favorita me ayuda.
Reviso una y otra vez tus redes sociales, sólo para sersiorarme sí has cambiado de opinión, pero no hay ningún cambio. Sigo estando excluida.
Tu le pusiste un punto final a nuestra historia.
Día 8.
De nuevo salgo con mis amigas, fuimos a una terraza a tomar algo y como siempre, hablar sobre nuestras vidas como si no conociéramos a detalle lo que nos pasa diariamente. Lo cierto es que, últimamente, mis amigas son mi soporte.
Como me eliminaste de todos lados, ya no se en donde estas, ni lo que piensas, ya no puedo ver tus fotos y mucho menos preguntarte como has estado. Decidí que si tu puedes deshacerte de mi con facilidad, entonces yo puedo hacer lo mismo. Te devolví la acción, también te elimine.
Estoy mucho mejor, creo que la tristeza de ayer, sólo es una pequeña molestia de hoy. Para mi desgracia, aún tengo mucho frío, mis brazos se sienten frágiles y he descargado mi furia corriendo. Corro, hasta pensar que me voy a desmayar.
Mis amigas están ahí, me preguntan si necesito algo con frecuencia, me siento agradecida, casi como si el mundo por fin me sonriera al terminar la tormenta que parecía no detenerse.
Por primera vez en tantos días, las cosas parecen marchar de maravilla. No quiero confiarme demasiado, porque si lo hago, sucederá algo que me hará perder la cabeza, y mi corazón no puede aguantar otro golpe más. Esta en las últimas.
Pienso que todas las personas llegan a tu vida por algo, algunas se quedan, otras se van, pero cada una de ellas te deja una lección importante. Por el momento, estoy nerviosa, me muerdo las uñas, no dejo de hablar, y cada auto que pasa pienso que eres tu.
Tal vez esto es parte de la superación.
Tal vez no.
Tal vez nunca te supere.
Pero por primera vez, realmente tengo ganas de dejar todo esto atrás.
Día 9.
Llore en el baño del cine.
Llore en el maldito baño del cine.
Te encontré en la fila para comprar los boletos. Ni siquiera me volteaste a ver. Me ignoraste por completo.
Ya no se sí me duele que me hayas ignorado, o que el mundo conspire en mi contra para encontrarme contigo, justo cuando pensé que todo iba bien.
Nada va bien. Me duele, sea cual sea la razón.
Me quede encerrada en un cúbiculo del baño mientras lloraba, trataba de buscar la valentía y mi orgullo en algún lado escondido en mi bolso. Tu sabías que estaba ahí, pero decidiste pasar por alto mi presencia. Sentía que los ojos me iban a explotar de tanto llorar, mi madre me mandaba mensajes preguntado donde estaba y el porque había desaparecido de la fila para comprar palomitas tan de repente.
Me duele, todo el cuerpo. El estómago se me revuelve con el paso de los segundos, siento cólera, tristeza, quiero vomitar, siento que el suelo de repente se mueve. ¿Es un terremoto?.
¿Cómo puedo olvidar a una persona que me dio tanto que recordar?
Te odie, te odie por unos minutos. Te odie por haberme hecho tanto daño y que tu ni siquiera estuvieras consciente. Pero también me odie. Me odie por ser tan vulnerable y pensar que era una joven madura. Me sentí tan especial por poderte olvidar en poco tiempo. Que ingenua.
Tengo que respirar, la película comienza en 10 minutos, me tranquilizo y suspiro, limpiando mis lágrimas con mi falda.
El show debe continuar.
Día 10.
Hoy me fui de fiesta, y trate de olvidarte.
Pero de nuevo, falle.
Trate que el sonido de la música me distrajera, hice bromas con mis amigas, nos tomamos fotos, cenamos delicioso, la noche parecía ser increíblemente tranquila.
Pero al final, falle. Me quebré en los brazos de una amiga. Comencé a llorar sin parar, se asusto, y me dio un discurso bastante útil. Me dijo que ella se había sentido de la misma manera durante mucho tiempo, me juro que las cosas iban a mejorar. Como me gustaría creerle. Me encantaría estar en su lugar y haber pasado por ello, sobreviviendo sin problemas.
Después recordé que todos sentimos el dolor de diferente manera.
Mi madre me pregunto si me sentía bien, creo que mi máscara ya no funciona, en realidad, comienzo a convencerme que ya no tengo una máscara, si no que, camino con el rostro que despierto a diario.
Un rostro de tristeza.
Le confesé que habíamos terminado, me abrazo, y con un beso en la frente basto para volver a abrir la llave de sentimientos dentro de mi. Pasó 4 horas tocando mi puerta para asegurarme que aún estaba ahí.
Ya no reviso mi celular en busca de tu mensaje, porque se que no aparecerá.
Ya no espero encontrarte en la calle, el mundo no es tan cruel para jugarme una broma de mal gusto dos veces.
No hablo sobre ti. Ni evito hablar sobre ti.
Sólo....sobrevivo.
El dolor tiene que pasar, tengo que estar bien. Ya no quiero seguir llorando.
Simplemente me parece inevitable.
La tristeza me cubre con un impermeable gris, no parece querer soltarme, creo que se alimenta de todas las veces que te pienso. El vacío en mi corazón ya no duele tanto, sólo esta permanente, latiendo a cada segundo.
Se que tu también sientes lo mismo. Quiero que estemos juntos de nuevo.
Pero por primera vez, no cambiare la decisión que he tomado.
Día 11.
Hoy hable contigo, por primera vez, estoy enterándome de todo lo que sentías cuando no estaba a tu lado, debo admitir que tu dolor me hizo sentir aliviada, (si, lo sé, eso parece demasiado egoísta de mi parte), me hizo sentir que todavía te importo, que no me has dejado de pensar, así como yo tampoco lo he hecho.
Hablar contigo me hizo tan bien. Hubo muchas cosas que no dejamos claras, hubo tantos piquetes que aún ardían, pero después de charlar por horas, mis sentimientos se sintieron aplacados, el fuego que crecía sin cesar dentro de mi, ahora estaba apaciguado.
Después de unos minutos hablando, me preguntaste si te extrañaba.
Debí de haberte mentido, decirte que si te extrañaba pero que las cosas pintaban a cambiar pronto, sólo que no pude. Te confesé como me había estado torturando mentalmente los últimos días, junto con mis fallidos intentos de ser más inteligente que mis sentimientos.
Pero tarde o temprano, tengo que romper el hábito de estar triste. Y acostumbrarme a estar sin ti.
Creo que ya no puedo sacar más lágrimas, incluso si lo intento, no sale nada. No es porque mis sentimientos hayan cambiado, para nada, estos se han intensificado, sin embargo, soy yo la que ahora piensa hacerse de oídos sordos y endurecer el corazón.
Encontré una caja que iba a regalarte, estaba llena de poemas que ciertos días escribí, ¿Recuerdas cuando te di una caja pequeña con muchos poemas sobre lo intrigante que te veías con la chaqueta de cuero negra? Yo si.
Pero esta caja era diferente, eran muchos versos sobre lo que nunca te pude decir. Si no te molesta, pondré algunos aquí, se que no te importara, quizás ni siquiera leas estas líneas.
"Te pido tiempo, sin embargo, tiempo nos falta
Nos falta tiempo para estar juntos, para abrazarnos
Para tomarte de la mano, para jurarnos amor eterno
Pido tiempo, con la esperanza que me calles con un beso"
"Haces que la vida sea particularmente interesante,
A tu lado olvidó todos mis temores,
En tus ojos se encuentra el secreto de mi felicidad,
Y te aseguro que con eso ahuyentas mis dolores"
Te dije adiós, pero mi mano sigue escribiendo versos.
Día 12.
Ya no recuerdo como lucían tus labios, ni el sonido de tu risa.
Parece que la vida se va olvidando de mi, pero no de ti.
El día de hoy no pensé tanto en ti, no pensé en nada a decir verdad. Siento que las cosas se están poniendo menos turbias, a lo mejor es una broma de mi propio cerebro, queriendo verme sufrir por haber tomado la decisión de dejarnos.
Hoy mi madre entro a mi habitación, y me dijo algo que aún tengo en la cabeza.
"Estoy orgullosa de ti. Estas sufriendo, pero has puesto pie firme sobre no dar vuelta atrás, te estas haciendo responsable de tus decisiones. Y es sólo significa que estas madurando".
Mi corazón aún no se ha curado, tengo en cuenta que en cualquier momento puede romperse mi armadura, y vuelva al día número 1.
Ahora cuando te recuerde, no llorare, sonreiré porque sucedió, sonreiré porque ahora puedo decir que he amado hasta con los dientes.
Para levantarse, hay que caer.
Y me tomó 12 días darme cuenta de ello.
L